...tú eres una sala de espejos.
Pensé: “Dicen que las personas son nuestros espejos… tú eres una sala de espejos. Aunque mire la parte de mí que me gusta veo el reflejo de la que no quiero ver.”
En realidad, lo que pasó fue que me ayudaste a entrar en la sala y me observabas con cariño desde fuera.